sábado, 6 de febrero de 2010

Luna

Traslúcida lava oceánica, escalada arpía celestial
;mi musa
ambivalente ráfaga nieve
combustión

cuéntame de tu resplandor,
luna silente
de torneados espasmos
,de reposada risita…
De llanto alegre
llágame de tus incomprensibles
excesos,
¡inmaculada perra!
vacilándote vas
por entre los techos, los rincones
los jardines y las pestes.
Bucólica de perecedera admiración
-sabiéndote místico alimento del poeta
del lobo y del maldito-
tus narices tan colgadas,
tu olor tan retorcido y tus llagas
ante mí se desvanecen, hoy, luna creciente

no es mi imagen de tu escuálido donaire hecha
y mis letras…
turbias tempestades difuntas en la inmanencia,
te desarman al compás de tus excitaciones
¡Oh, tú, Luna! Tan impura y somnolienta
sos mi sol de madrugada, mi necedad evanescente…

Tú, Luna que no ríe
apenas mientras te creces
apenas mientras te apagas, luna
apenas mientras te meces
siete días de llanto eterno
pernocta tu algarabía
sumergida
en las aguas del Leteo
pronta víctima de sí misma
…perforadas estrofas del insomne
en creciente te lapido
en menguante te mando rosas y claveles y de-lirios.
Novilunio de sanguijuela poetisa
me abrasa tu tenebrosidad, luna
me tibio…
permanecerán eternamente tus caderas
como putas
entre cada latido coladas
como gatas en celo sobre las tejas
como serpientes aportando manzanas
eternamente… ¡Luna vacía!

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