domingo, 4 de abril de 2010

Piedad

Se habla de la guerra
como del olvido:
un jardín de flores secas
donde nunca creciera rosa alguna…
La remembranza de los pasos sin telos,
de la bomba detonada y la metralla
de las lágrimas sombrías en los tejados,
de la sangre que colgó sobre tus párpados…
Se habla de la guerra
como del olvido:
es el ayer que ya no queda
el pedazo de tiempo marchito,
el corazón que ya no late,
el beso que se ha ido.
¡Mas nunca existió tiempo, ni beso, ni latido!
Yo hice mía a la Nada
La fui creando ex nihilo mientras bailaba
por los caminos…
Y así, convertí el dolor en dolido
Allí comenzó el recuerdo… Allí comenzó mi angustia…

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