miércoles, 24 de febrero de 2010

Rasgando cicatrices

Volando bajo y sin sentido
mis sonrisas se resbalan de tus cuerdas…
Ápices entre colores y selvas,
sofocados por las llagas del abismo.

Mis dedos, sobre la infinitud aun arrastrados,
calman tu llanto bucólico y voraz,

hundiéndose en amplios claros de enfermedad...

asfixiados por tiernos pecados...


Canta mi eco y su voz por lágrimas remolcado,
han sido espinas entre flores marchitas;
espacio y tiempo escamas descuartizando
cuales principios: absurdos cosmopolitas.

Gritan a viva voz mis mortales restos,
a tus labios ¡Abono de la suave y fría brisa!

para que con su gama espléndida de sueños,

liberen a mi esencia de tu sonrisa.


Es el callar de lo eterno, libertad de alborada;
donde lo resto se conjuga en prismas…
Mentirle al mundo para evitar las patadas
de quienes se fortalecen coagulando estigmas.

Es perder la voz en la plenitud incandescente del ocaso de lava,

hora en que las águilas recogen el celaje de sus alas de plata

para posar sus garras de hierro sobre la luna y su espalda

y quedar ensueño en las viejas cicatrices de su misteriosa cara.



Gabriel // Madeline.

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