sábado, 5 de diciembre de 2009

Crucifixiones humanas

Polvo eres y en polvo te convertirás ¿Dónde está la promesa Divina de la Salvación? ¿Sumergida en un hueco, dentro de una granada, en alguna parte del mundo que se vuelve mierda con la guerra? ¿Y... qué hablamos de la libertad? Prisiones, cadenas, madres que pierden a sus hijos, dolores que no se calman con una palmada en la espalda, que no recuperas la vida rezando cincuenta Aves Marías...

Y los sueños se vuelven polvo,
gemimos frente a la vida por actitudes
absurdas que no nos permiten dormir,
pero nos obligan a soñar con flores.
Y los sueños nos despiertan con odio
hacia las personas que amamos, y huyes…
Te vas con el viento intentando salir
de las cuatro paredes, de los rincones.


Si sabes rezar, comienza a hacerlo, pues el mundo está lleno de rosarios de balas, siguen sangrando las heridas de Cristo por cada humano que se está muriendo en su propia cruz. No pierdas la fe, pero actúa y vive;
no dejes de orar, pero procura no joderte mientras respires. No pierdas el tiempo, tu existir no es eterno;
no esperes a la muerte como salvación: sálvate tú, aquí en la Tierra.

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