sábado, 24 de abril de 2010

Cuerno azul gris (sin cuerno, sin azul y sin gris)














de cuerno y azul

tu voz
propagación inexacta
sonidos o luz

hoy no hay pausa
sino en espiral
hoy no hay mayúsculas aves
ni sentidos

hoy la ola y su pedantería
cuelgan de mi nariz
péndulo celestial
contorno sideral

hoy ¿dónde?
hoy, hoy ¿cuándo?
ni hoy, no
ni mañana, no
que el tiempo es mío, no
que el tiempo del universo, no
tentáculos humanos
vicios existenciales
corrupciones

un elefante hubo ya abandonado su ópera
su calle, su trompa, su esencia, su ser…
¿y tú? brócoli de siete puertas,
coliflor de dos andanzas
¿hacia dónde te diriges?
¿por qué sigues elevando tu mirada?

el núcleo y su crepuscular afirmación
corazón de nada
vampiro cuántico
molecular
particular
invierno petrolero
combustión azul
en mis pupilas
como derritiéndote… como en gris azul…

durante la noche
-ni noche ni durante-
cristal azul bajo mi muerte,
sobre mis sábanas…


Poema dedicado a Arkhazul.
Gracias, amigo de letras, por los momentos compartidos.
Cordial abrazo.

1 comentario:

  1. Estaba enredando en los perfiles amiga mía y me ha hecho gracia que de las infinitas películas que has enumerado muy pocas se amoldan a mis cánones, será cosa generacional, supongo.

    Por no hablar de la música jeje.

    Pero quiero referirme a tu poema (tan dulcemente contradictorio) “cuerno azul gris”, ya desde la propia genialidad del título me atrapaste.

    Veras, te cuento, últimamente mi poesía se ha decantado radicalmente por el esteticismo clásico (cursi, para que me entiendas), pero a la vez deberías leerme cuando mi alma rompe.

    Entonces sí que me acerco a esa fuerza que desborda en tus versos.

    Tengo mil defectos y muy pocas habilidades, que encima no son ni prácticas, pero tengo el extraño don de compartir la emoción creadora de un autor mientras escribe esas pequeñas joyitas que me tocan el alma de vez en cuando.

    Ese juego sutil de tus estrofas, ese fluir, esa mezcla esquizofrénica del mejor Bukowski, en pleno delirio alcohólico, con un Bécquer enfermo del alma bajo el formato de” Rayuela”.

    Llevo años en esto de escribir, demasiados ya, por eso cuando reconozco un joven poeta que tiene mucho que decir, digiero primero el primer poema con el que he tropezado.

    Enseguida que tenga mono volveré a por más.

    ResponderEliminar